Rote Fahne Entrevista con Gabi Fechtner, julio 2020

Rote Fahne Entrevista con Gabi Fechtner, julio 2020

¡En tiempos tempestuosos, se construyen molinos de viento y no protectores del viento!¹

Poco tiempo después de un importante proceso de unificación y consulta del Comité Central del MLPD, el Rote Fahne habló con la presidenta del partido, Gabi Fechtner

¡En tiempos tempestuosos, se construyen molinos de viento y no protectores del viento!¹
Gabi Fechtner

Download PDF

Rote Fahne: Desde hace varios años el MLPD está en el foco de una creciente represión estatal anticomunista. ¿Ahora encima tiene que "someterse a esto" y atraer la ira de los anticomunistas reunidos poniendo una estatua de Lenin frente a su sede del partido?

Si reconoces un problema, debes "tomarlo por los cuernos" y no tratar de evadirlo. Aunque la crítica al capitalismo aumenta claramente – el anticomunismo es hoy el mayor obstáculo para emprender la lucha por una sociedad socialista liberada. En el público en general todavía domina una imagen distorsionada del socialismo. Este anticomunismo no puede ser hábilmente eludido o superado con cautelosos estímulos para reflexionar. La gente tiene que ver a fondo el contenido, los motivos y los métodos del anticomunismo en sus muy diversas variantes. Tienen que enfrentarse exitosamente al modo de pensar pequeñoburgués-anticomunista.

Al mismo tiempo, el propio anticomunismo se encuentra en una profunda crisis, lo que coincide con la crisis más profunda del sistema imperialista mundial en la historia de la posguerra. Con la persona de Lenin está relacionado el camino revolucionario de liberar la humanidad de las guerras imperialistas, de la explotación, la opresión, del hambre, de la destrucción del medio ambiente y una construcción socialista como alternativa al caos de crisis del capitalismo. Esto no les conviene en absoluto a los sectores dominantes en tal situación. Con la estatua de Lenin desafiamos abiertamente al anticomunismo. Desde los fascistas declarados hasta el partido socialdemócrata SPD, toda la gama de partidos burgueses, medios de comunicación masivos e historiadores se siente obligada a proceder en contra. El hecho de que el anticomunismo se presentara de una manera tan clara nos permitió desplumar minuciosamente el anticomunismo.

Desde febrero, hemos llevado una contienda directa con los anticomunistas de todo pelaje a la vista de todo el mundo. Fuimos nosotros quienes determinamos los temas y tuvimos en todo momento en nuestras manos el control del debate, mientras que a los dirigentes del municipio de Gelsenkirchen sólo les quedó reaccionar. Sin embargo, de repente, decenas de miles de personas se encontraron ante el reto de posicionarse. No dejamos este debate al curso espontáneo de los acontecimientos. Se llevaron miles de discusiones de principios, se organizaron eventos cinematográficos, se vendieron folletos y literatura de y sobre Lenin, e hicimos que Lenin se convirtiera ampliamente en el tema número uno en los medios sociales.

En el transcurso de estos debates masivos logramos cambiar el modo de pensar de una cierta masa de personas acerca de esta cuestión fundamental y conseguir una transformación de la opinión pública. Esto sobre todo fue notorio directamente en Gelsenkirchen, donde realmente todo el mundo estaba discutiendo sobre este tema. No hemos llevado esta lucha de manera provocativa y sectaria, sino para convencer a la gente. Con nuevos argumentos cada día, ninguna posición del adversario, ninguna mentira o difamación y menos aún ninguna pregunta quedó sin respuesta. Polemizamos de manera ofensiva contra la calumnias anticomunistas. Precisamente ante el trasfondo de las evidentes crisis en el mundo, la gente asumió nuestra demanda de una discusión democrática sobre el socialismo científico. Mucha gente se ocupó más detalladamente con Lenin y la Unión Soviética socialista por primera vez. Comenzaron a cuestionar opiniones que antes consideraban irrefutables sin reserva alguna.

Desde su fundación en 1982, el MLPD ya organizó muchos eventos muy buenos, por ejemplo con ocasión del centenario de la Revolución de Octubre. Sin embargo, la presencia de los medios de comunicación en estos eventos mayormente tendía hacia cero. Eso ha sido diferente ahora: A través de más de 350 informes de los medios de comunicación, decenas de millones de personas en más de 50 países se enteraron de la colocación de la artística estatua de Lenin. La amplia resonancia no puede explicarse sólo por el evento mismo. Estos acontecimientos documentan una ruptura duradera y a escala nacional del aislamiento relativo del MLPD. Esto, a su vez, no habría sido posible sin que el MLPD ya hubiera conquistado anteriormente un nuevo papel en la sociedad entera. Además, con el movimiento "¡No le des ninguna chance al anticomunismo!" tocamos el espíritu actual del tiempo. En vista de los recientes sucesos de crisis, cada vez más personas buscan una alternativa social al capitalismo. Esta discusión y la conmovedora ceremonia fortalecieron el espíritu de pasar a la ofensiva de muchas personas críticas, combativas y revolucionarias. Esta táctica ofensiva, con ganas de atacar, tuvo un impacto particularmente fuerte en los jóvenes, quienes discutieron la colocación de la estatua miles de veces en internet y acudieron en gran número a la estatua de Lenin el fin de semana de inauguración. Esta experiencia debe ser evaluada y asimilada creativamente por todo el partido. No porque ahora queramos poner estatuas en todas partes – pero este proceder, esta nueva confianza en sí mismo contra el anticomunismo debe propagarse. No es que la inauguración de la estatua de Lenin fuera el apogeo del movimiento "¡No le des ninguna chance al anticomunismo!", sino sólo su comienzo brillante. ¡El terreno está preparado para superar el anticomunismo a escala masiva! El tiempo está maduro para el movimiento "¡No le des ninguna chance al anticomunismo!"

¿Cuál es el objetivo de este movimiento?

Se trata de toda la actitud básica frente a una situación en la que las contradicciones de clase se agudizan considerablemente. En tal situación uno no debe encerrarse y tomar una posición defensiva. En cambio, hay que "construir molinos de viento", es decir, encontrar los medios y métodos adecuados para convertir las borrascas en energía productiva. Por cierto, un papel en la sociedad entera no significa que todos estén de acuerdo. Se trata de que una parte creciente de las masas se enfrente exitosamente al anticomunismo y de que también nuestros adversarios tengan que hacer referencia especial a nosotros. ¡Todos los intentos de impedir o desacreditar la estatua mediante incitación, contramanifestaciones o amenazas fascistas terminaron en gran parte como chascos!

Ustedes han ampliado la consigna "¡No le des ninguna chance al anticomunismo!", por otro lema: "¡No le des ninguna chance al anticomunismo, fascismo, racismo y antisemitismo!". ¿De qué se trata?

Esta ampliación deja claro que la lucha contra el fascismo, el racismo y el antisemitismo sólo se puede librar consecuentemente sobre la base de la lucha contra el anticomunismo. El anticomunismo siempre se presenta como si fuera una verdad irrefutable. Pero en el fondo, debido a su crisis, tiene que modificarse constantemente y adaptarse aparentemente al espíritu de la época. Desde finales de los años 1980, se había desarrollado sobre todo un anticomunismo moderno que aparenta ser muy democrático y progresista. Mientras tanto esta forma del anticomunismo ha penetrado como un dique contra la influencia del socialismo científico en todas las formas del movimiento obrero, popular y juvenil pequeñoburgués. La última variación del anticomunismo moderno es la afirmación de un antisemitismo "de izquierda", que pretende despreciar la crítica justificada de la política imperialista de Israel frente a Palestina. Sin embargo, con la derechización del gobierno y los partidos burgueses, también el anticomunismo abiertamente reaccionario se ha establecido en la sociedad, a través del fortalecimiento del partido AfD1. El antifascismo y antirracismo burgués, pero también el ecologismo y el feminismo burgués y pequeñoburgués – todos han hecho del anticomunismo moderno su base. Y así se han convertido en espadas sin punta y sin filo en la lucha contra el fascismo y el racismo, por la liberación de la mujer o la lucha por la protección del medio ambiente natural.

El anticomunismo es el núcleo de la ideología burguesa, y en su historia cometió crímenes dramáticos: el fascismo alemán de Hitler, los pogromos con millones de comunistas asesinados en Indonesia, las persecuciones en Turquía o Irán, la purga del macartismo en EE.UU. o la prohibición del KPD en Alemania. Todos estos crímenes se justificaron de manera abiertamente anticomunista y dejan un rastro sangriento a lo largo de muchas décadas de dominio capitalista. No es que todo el mundo tenga que ser comunista. Pero todas las fuerzas progresistas y democráticas deben reconocer el carácter reaccionario del anticomunismo y liberarse de estas cadenas. El llamamiento no partidarizado de la Alianza Internacionalista, que cuenta con un amplio apoyo, es un buen comienzo, que ahora debe difundirse con decenas de miles de firmas provenientes de todos los sectores sociales.


Covid-19 todavía tiene en vilo al mundo. Según cifras oficiales ya hay más de 700.000 muertos. ¿Qué dice eso sobre el estado de la sociedad?

La pandemia del coronavirus se extendió por todo el mundo en muy poco tiempo. Oficialmente más de 18,5 millones de personas ya han dado positivo en los tests y más de 700.000 (al 5 de agosto de 2020) han muerto a causa del virus. Los países imperialistas del mundo han fracasado en su gestión de crisis. Esto ya comenzó cuando rechazaron las advertencias de la OMS sobre tal pandemia en 2012. La provisión de máscaras y de tests masivos no encaja con la orientación de los sistemas de salud a la ganancia máxima. Entonces, la mayoría de los países no estaban preparados para esto. Lo mismo vale para el cierre de los lugares de producción que son peligrosos para la salud, la información exhaustiva y la labor educativa respecto a un razonable distanciamiento social y medidas de higiene. El desarrollo mundial aún incontrolado de la pandemia muestra como en un espejo ardiente la decadencia del sistema imperialista mundial.

Hasta ahora, no es previsible cómo los imperialistas piensan controlar la crisis del coronavirus. Esto sólo sería posible de una manera verdaderamente sostenible con una vacuna cuyo desarrollo, eficacia y disponibilidad para las masas, sin embargo, está en las nubes. Una y otra vez hay informes alarmantes: que el virus no sólo causa una enfermedad pulmonar sino que también ataca todos los órganos, que muta y por lo tanto se vuelve más contagioso y más difícil de tratar, que después de haberse enfermado, la inmunidad no está garantizada, que tiene varias secuelas a largo plazo, incluyendo las neurológicas. Para aclarar todas estas cuestiones y poder combatir este nuevo tipo de virus de manera específica, primero habría que realizar un análisis científico y calificar su carácter. En lugar de ello, existe una verdadera confusión entre la trivialización y el pánico, en la competencia entre las diferentes escuelas de virólogos y sus resultados de investigación, que a su vez representan diferentes grupos de interés.

Quien quiera abrir ampliamente las escuelas y guarderías sin condiciones ni restricciones, de modo que los padres puedan volver a estar disponibles sin limitaciones para la explotación en las empresas, simplemente difunde el mensaje de que no hay riesgo de infección entre los niños. Los virólogos que contradicen esto sufren fuertes ataques por ello. Las grandes manifestaciones contra el uso de mascarillas, contra los tests de coronavirus y cualquier tipo de prevención sanitaria, organizadas principalmente por partidos y organizaciones reaccionarios y fascistas, junto con esotéricos y antivacunas, sirven a la propaganda capitalista. El hecho de que estas manifestaciones incluyan también algunos reclamos justos, como la lucha contra la restricción de los derechos y libertades democráticos, no es razón para atribuirles un carácter progresista ni para participar en ellas. Vemos, particularmente en EE.UU., el Brasil o también en Gran Bretaña, que la minimización de la pandemia ha llevado a una expansión explosiva. A menudo no es tan fácil distinguir entre una lucha justificada por los derechos y libertades democráticos y, al mismo tiempo, la demanda de una protección sanitaria integral, tal como lo ha hecho el MLPD desde el principio. La tarea es convencer pacientemente a las masas y oponerse a cualquier menosprecio antihumano y reaccionario con respecto a la pandemia.

La confusión creada, en parte deliberadamente, es también una expresión de la crisis de la ciencia burguesa. Como polo opuesto, se desarrollaron al mismo tiempo una enorme solidaridad, disciplina y altruismo entre las masas, como en la ayuda entre los vecinos, la unidad de los trabajadores en las fábricas, etc., lo que sin embargo también debe ser consolidado contra esta confusión y subestimación de la enfermedad.

Si ni siquiera el coronavirus está bajo control, entonces ¿cuándo llegará el tan evocado auge económico "en forma de V"?

Desde un principio los gobiernos imperialistas han juzgado mal la crisis económica, declarándola una consecuencia de la crisis del coronavirus. Desde entonces, el ministro federal de economía, Peter Altmaier, una y otra vez ha renovado y corregido los pronósticos. Aún en febrero, Altmaier declaró que con la gestión de crisis del gobierno, nadie perdería su trabajo y que a partir de abril habría un movimiento ascendente, en cuanto la crisis del coronavirus haya sido contenida. Mientras tanto, el rendimiento económico en Alemania –el producto interior bruto– se derrumbó en el segundo trimestre a la cifra histórica de menos 11,7 por ciento. Y no se vislumbra una rápida recuperación económica. La propaganda del gobierno federal con fines utilitarios apunta a reemplazar una comprensión científica de la crisis capitalista para calmar a las masas. Pero esto no funcionará. De hecho, la crisis económica y financiera mundial ya se inició a mediados de 2018. Desde entonces ha venido disminuyendo el crecimiento de la producción industrial y del producto interior bruto en la mayoría de los países imperialistas. También en 2018 ya comenzó una disminución absoluta de la producción industrial en todos los centros imperialistas europeos y en Japón, y a partir de 2019 en más países imperialistas. Sin embargo, la permanente gestión de crisis de los sectores dominantes, que todavía resulta de la gestión de la última crisis económica y financiera mundial, pudo impedir primeramente una caída abrupta. Con su política del "dinero barato", aseguró que los flujos de dinero se mantuvieran artificialmente. Pero en algún momento, las contradicciones subyacentes a la crisis tuvieron que descargarse de manera abierta y descontrolada: El desencadenante concreto para ello ha sido la crisis del coronavirus. A partir de entonces, la crisis económica y financiera mundial se está desplegando de manera descontrolada a nivel internacional. En los EE.UU. la producción industrial cayó en abril de 2020 en un 16,3 por ciento, comparado con el año anterior, en Japón en un 15,3 por ciento, en Gran Bretaña en un 23,6 por ciento, y en Italia, la disminución fue del 43,3 por ciento. En Alemania, la caída es particularmente profunda con el 30,2 por ciento. Las exportaciones de Alemania en abril incluso disminuyeron en el 33,6 por ciento, comparado con el año anterior.

En la última gran crisis económica y financiera mundial del 2008 al 2014, los supermonopolios encontraron un escape en los países neoimperialistas que se recuperaron con relativa rapidez. Pero esta vez los países neoimperialistas están igualmente afectados: En Brasil, la producción industrial en abril de 2020 cayó en un 25,6 por ciento, en la India en marzo en un 22,7 por ciento, en China ya en enero y febrero en un 13,5 por ciento en comparación con el año anterior, porque allí el coronavirus había estallido antes. La verdadera razón de esta crisis económica mundial es la sobreacumulación crónica del capital. Ésta dificulta invertir el capital simultáneamente creciente de modo que rinde ganancias máximas y por eso se descarga en forma de crisis. Este problema se volvió crónico con la nueva organización de la producción internacional.

El capital que figura en los balances de los 500 monopolios internacionales más grandes era aún de 105 billones de dólares estadounidenses en 2007. Hasta 2018 se infló a 134 billones. Esto es cuatro veces su volumen de ventas. Además, diversas crisis estructurales tienen un efecto agravante. Se desarrolló una crisis financiera mundial y una crisis bursátil internacional. Detrás de estas cifras desnudas se esconden graves efectos en la clase obrera y las amplias masas. El desempleo masivo a nivel internacional ya está aumentando dramáticamente. En el segundo trimestre de 2020, a nivel mundial se eliminaron horas de trabajo por un total de 400 millones de puestos de trabajo a tiempo completo.2 En Alemania, estaban oficialmente desempleadas en junio 637.000 personas más que hace un año, un total de 2,9 millones.

Realmente catastrófica es la situación de las masas en países con gobiernos abiertamente reaccionarios y fascistoides como los EE.UU., Brasil, Turquía o Israel. Con su concepción fascista del ser humano, ellos hasta hoy minimizan las consecuencias catastróficas de la pandemia, y están frustrando intencionadamente las medidas necesarias, para cumplir despiadadamente con los intereses de los monopolios. Allí, el peso de la crisis se descarga sobre las masas con una brutalidad particular. En los EE.UU., el país que es con mucho el más afectado por el coronavirus, pero también en muchas regiones de Brasil, Gran Bretaña o Israel, el sistema de salud está colapsando. La rabia de la población sobre este comportamiento ha llevado a la crisis a la mayoría de estos gobiernos –y con ellos a diferentes partidos fascistoides–, y se desahoga en cada vez más huelgas y manifestaciones.

¿No hay que calificar la gestión de crisis por parte del gobierno de Merkel/Scholz/Seehofer como más o menos sólida en comparación con la situación en los EE.UU.?

Los gobiernos que, como en Alemania, aún se atienen al sistema del modo de pensar pequeñoburgués como método principal de gobierno, no se han atrevido a proceder de una manera tan abiertamente antihumana como Trump. Esto también es un tributo al crecimiento de la conciencia crítica de la población. Es cierto que, como también en otros países, se gastaron miles de millones para apaciguar las consecuencias de la crisis. Sin embargo, el gobierno en Alemania, a pesar de aparentar ser tan moderado, a fin de cuentas sobre todo ha cumplido con su función como prestadora de servicios del capital financiero internacional, único dominante. Desde el principio, el objetivo no fue en primer lugar la salud y las cuestiones sociales de los obreros y las amplias masas, sino que "un regreso al crecimiento" exigía "contener las infecciones de coronavirus", como lo expresó con una franqueza notable el Instituto para Economía la Mundial (IfW) de Kiel.3 El gobierno federal diseñó su programa nacional de crisis con un volumen de 1,3 billones de euros sobre todo para los supermonopolios internacionales de Alemania. Entretanto se está abriendo un precipicio al ver quién realmente es fomentado con estas medidas estatales. Ahí está por ejemplo Wirecard. En este nuevo caso de criminalidad monopolista de Estado, después de VW, están profundamente involucrados el gobierno federal, diferentes servicios secretos, auditores financieros y órganos de control estatales. Las "prácticas comerciales" de Wirecard que se han puesto al descubierto, revelan un modo de pensar decadente y monopolista, de estar dispuesto a todo con el objetivo de pertenecer al capital financiero internacional, único dominante. Habiendo sido cubierto y promocionado durante años por Merkel, Scholz, Altmaier etc., Wirecard ahora es el primer consorcio del índice DAX-30 que tuvo que declararse en quiebra. También otros consorcios como Lufthansa, Kaufhof, TUI o ThyssenKrupp están en crisis existenciales y ya sólo pueden ser salvados con amplias ayudas estatales o nuevos recortes estructurales a costa de los trabajadores. Por cierto, resulta algo engañoso cuando el Partido de Izquierda (Linkspartei) denuncia que Lufthansa recurriera a despidos masivos a pesar de recibir subvenciones estatales. Por el contrario, las subvenciones estatales y los despidos masivos tienen el fin común de fortalecer este supermonopolio alemán contra la competencia imperialista, por ejemplo de los países árabes. Al mismo tiempo, durante la gestión de crisis de Merkel se aprovechó la situación para obligar a la gente a aceptar medidas de desmontaje de derechos y libertades democráticos. Para su gestión de crisis, el gobierno se ha concedido amplios poderes decisorios también sin el parlamento, y ahora puede tomar importantes decisiones por decreto en vez de por ley. ¡Mientras que Merkel hasta abril aún denominó las mascarillas protectoras, que son absolutamente útiles, como "difusoras de virus" (BILD del 01-04-2020), ella ya imponía, el 22 de marzo de 2020, la prohibición de reunirse con más de dos personas en público! Con la prohibición de manifestaciones y actos más grandes, ella ha intervenido profundamente sobre todo en los derechos y libertades democráticos del movimiento obrero. O sea, también el gobierno federal está llevando a cabo una gestión de crisis reaccionaria que se derechiza crecientemente.

En la última crisis económica y financiera mundial de 2008 a 2014, los sectores dominantes, con su coordinada gestión de crisis internacional, lograron ponerse de acuerdo sorprendentemente bien. ¿Qué es diferente esta vez?

Por un lado, en la crisis actual la gestión de crisis burguesa chocó con contradicciones interimperialistas ya inmensamente agudizadas.

El fracaso de la gestión de crisis se debe principalmente al hecho de que las medidas de amortiguación con respecto a la crisis económica y financiera mundial y con respecto a la pandemia de coronavirus se contrarrestan mutuamente en el capitalismo: Lo que podría reactivar la economía capitalista, hace incrementar repentinamente las infecciones de coronavirus. Lo que contrarresta de modo eficaz las infecciones de coronavirus, inhibe la economía de lucro capitalista. Y este problema afecta a todos los países, cualquiera que sea el método de gobierno que elijan en este momento. Las respectivas asociaciones monopolistas han impulsado esta competencia de quién es el primero en arrancar nuevamente su economía y así lleve la delantera en esta competencia interimperialista. En cualquier lugar donde hubo relajaciones precipitadas sin suficiente protección sanitaria, ahora se vuelven a disparar los números de infecciones. Una "segunda ola" ya ha empezado en diferentes países y esto tampoco se descarta de ninguna manera en Alemania. Un gran número de países como Francia, EE.UU., Israel y también diferentes regiones de Alemania entretanto han tenido que dar marcha atrás hacia confinamientos más estrictos. También en Alemania, el gobierno había implementado de manera negligente y precipitada, y punto por punto, el últimatum de la asociación monopolista BDI3 que exigió a finales de mayo relajar y cancelar importantes medidas sanitarias. Así, también aquí la pandemia tiende a desarrollarse nuevamente de manera descontrolada desde hace algunas semanas. Al principio en los puntos calientes como los alojamientos de refugiados, la industria cárnica, en las empresas con alojamiento colectivo de los trabajadores, en las residencias de ancianos y centros de cuidado. Pero ahora debido al turismo probablemente también de manera generalizada, lo cual es aún más peligroso porque así resulta mucho más difícil rastrear las cadenas de infección.

Las relajaciones precipitadas también dieron una señal fatal a las masas de que la protección de la salud ya no debía tomarse tan en serio. Por supuesto que es criticable que la gente se comporte de manera imprudente, pero el gobierno es al menos corresponsable de esto.

Hay otro inconveniente en la gestión de crisis: es una crisis económica y financiera mundial y una crisis sanitaria internacional. Sin embargo, la gestión de crisis en todas partes se orienta en gran medida a los intereses nacionales. Las enormes sumas de la gestión de crisis nacional, que a escala mundial asciende a más de 14 billones de euros4, son utilizadas para ser el ganador en la lucha competitiva internacional. La ONU, la UE, el G-7, el G-20, la OMC y la OTAN son en gran medida incapaces de actuar en este contexto. ¡Esta gestión de crisis nacional no puede resolver en absoluto una crisis internacional! Para los monopolios alemanes, este desarrollo es particularmente devastador debido a su gran dependencia de las exportaciones y a su dependencia de rutas comerciales internacionales y cadenas de suministro que funcionen.

Un objetivo esencial de la gestión de crisis también es reprimir las luchas contra la descarga del peso de la crisis. El desmantelamiento de los derechos y libertades democráticos llevado a cabo por numerosos gobiernos, bajo el pretexto de una "situación de amenaza en una crisis"5, llega hasta la introducción de regímenes fascistas de emergencia, como el de Victor Orban en Hungría o parcialmente de Trump en los EE.UU. Así, a diferencia de la última crisis, surgió rápidamente una tremenda crisis de la gestión de crisis burguesa. Esta es una razón esencial por la que en un futuro próximo se puede desarrollar una crisis del sistema imperialista mundial que abarca la sociedad en su conjunto.


¿Qué entiendes por una crisis de la sociedad en su conjunto?

En una crisis del sistema imperialista mundial que abarca la sociedad en su conjunto, se trata de un suceso de crisis a todo nivel. Está caracterizada por profundas sacudidas de la base económica y de la superestructura política. La interacción entre la crisis económica y financiera mundial y la crisis del coronavirus, que se están alimentando mutuamente, ya ahora genera las más intensas sacudidas en el sistema imperialista mundial desde la Segunda Guerra Mundial. Desde una perspectiva global, esta crisis aún no ha madurado y todavía se trata de una tendencia. Pero ella está acelerándose con la crisis de la gestión de crisis burguesa. Se están desarrollando crisis de toda la vida social. Cada vez más personas se ven empujadas a la pobreza, también en los países imperialistas. En relación con la actual crisis económica mundial y la crisis del coronavirus, la organización Welthungerhilfe (Ayuda contra el hambre en el mundo) predice mil millones de personas hambrientas. Una cuarta parte de ellas están amenazadas agudamente de morir por inanición. Al mismo tiempo, una abierta crisis agrícola está destruyendo masas de alimentos, deprimiendo los precios y destruyendo los medios de vida de los campesinos. Así en Bélgica, casi 750.000 toneladas de papas estaban en peligro de ser destruidas en mayo o transformadas en piensos para animales6. La crisis del orden estatal y familiar burgués se intensifica a medida que cada vez más problemas y el peso de la crisis se trasladan a las familias individuales. Contrariamente a la trivialización apaciguadora de que viviríamos un "respiro" en la crisis global del medio ambiente, la transición a una catástrofe ecológica mundial se está acelerando. Pero, la crisis del medio ambiente tampoco debe ser reducida a la cuestión del clima. Ya estamos en la mayor extinción de especies desde la extinción de los dinosaurios. También los océanos se acercan más rápidamente a un punto de inflexión. Se agrava la crisis mundial de refugiados. Veremos docenas de millones de personas que se verán obligadas a huir en un futuro próximo.


¿No es que ya conocíamos estas crisis antes?

Una crisis de la sociedad en su conjunto es más que la suma de estos diversos focos de crisis. Significa un salto cualitativo en el desarrollo social. Una crisis de la sociedad en su conjunto no surge únicamente de esos factores objetivos, sino sobre todo de la interacción con los factores subjetivos. La abierta incapacidad de los sectores dominantes para seguir gobernando como antes es una cara de la moneda. En una crisis de la sociedad en su conjunto madura al mismo tiempo la conciencia entre las masas de que no quieren ser gobernadas de esta manera. Cuanto más profundamente la crisis económica sacude la base económica, más agudas son las sacudidas de la superestructura política. En los últimos años, ya hemos visto cómo abiertas crisis políticas han aumentado en frecuencia y profundidad.

Toda la situación conlleva un aumento considerable del peligro general de guerra. El peligro de directas confrontaciones bélicas entre las potencias y campos imperialistas se intensifica en varios focos como el Mar de China Meridional, en el conflicto entre Turquía y Grecia/UE, en Siria y Ucrania. El principal instigador de la guerra sigue siendo los EE.UU. Trump está agravando su rumbo en casi todos los frentes, como frente a China. Este conflicto también se está alimentando porque China, con su gestión de crisis más eficaz que el de EE.UU., ha avanzado en su esfuerzo por disputarle la posición a los EE.UU. como única superpotencia.

¿Cuál es la perspectiva de tal crisis de la sociedad en su conjunto?

Lenin califica que "que ni siquiera los datos más exactos acerca de la crisis pueden en realidad decidir si se aproxima o no un ascenso revolucionario, porque éste depende además de mil factores más que es imposible calcular de antemano." (Lenin, Apreciación del momento actual, en Obras Completas, Alkal Editor, Madrid, 1977, tomo XV, pág. 289). Es evidente que tal desarrollo depende esencialmente del grado de conciencia y de organización de la clase obrera y de las amplias masas. El desarrollo en las grandes empresas industriales y la formación de la conciencia entre la clase obrera es el factor dirigente. Pues sólo a través de un salto cualitativo en la conciencia de clase del proletariado y la transición a la ofensiva obrera en amplia escala, de una crisis de la sociedad en su conjunto surgirá una crisis revolucionaria mundial.

En tal situación, los marxistas-leninistas deben seguir el pulso de toda la vida social, analizar el desarrollo del modo de pensar de las masas, desarrollar argumentos completamente convincentes e iniciar y dirigir luchas. Quizás estallarán de manera eruptiva luchas espontáneas motivadas por cuestiones sorprendentes, hasta ahora aparentemente apolíticas, como en los últimos meses en los EE.UU., pero también en los arrebatos de ira juveniles en Stuttgart y Fráncfort contra las represiones policiales. En tal situación, la lucha por los derechos y libertades democráticos se coloca en el centro de las reivindicaciones y consignas políticas. Además, se trata de un proceso transnacional. El MLPD debe ampliar y ampliará decididamente su papel social para poder alcanzar claridad de objetivos, y un rol formador de conciencia y organizador correspondiente a la situación.

¿Existe tal crisis ya en los EE.UU.?

La rapidez con la que esto puede desarrollarse, lo experimentamos de hecho en los EE.UU. En este país núcleo imperialista ya estamos viviendo el comienzo de tal crisis de la sociedad en su conjunto. Después del asesinato racista de George Floyd, estalló una ola de rebelión masiva, que se parece en parte a una insurrección. En un mes, las masas organizaron más de 4.000 manifestaciones en todo el país y tomaron una posición cada vez más crítica frente a la sociedad: contra el racismo estructural y el desprecio fascistoide a la humanidad por parte del presidente de los EE. UU. El conflicto fue alimentado por el aumento masivo del desempleo y del empobrecimiento dentro de pocas semanas a consecuencia de la crisis económica y financiera mundial. Las masas tampoco retrocedieron cuando Trump movilizó a la Guardia Nacional. En algunas ciudades hubo en parte enfrentamientos armados de masas. Como resultado, el presidente Trump se encuentra en la más profunda crisis de su mandato hasta la fecha y su reelección en tres meses está seriamente amenazada.

En la actualidad, el Israel imperialista se dirige hacia una crisis de la sociedad en su conjunto. Las protestas de masas contra el régimen reaccionario de Netanyahu ya duran varias semanas. El 1 y 2 de agosto, otra vez 10.000 salieron a las calles sólo en Tel Aviv: contra la corrupción, el desempleo, el empobrecimiento y el fracaso de la política sanitaria que llevó a una nueva propagación de las infecciones de coronavirus. En estas acciones miles de personas también critican la política de ocupación contra los palestinos. Esta mezcla es algo nuevo en Israel y ya ha llevado a una crisis abierta del gobierno.

¿Cómo se ha desarrollado el cambio progresista del estado de ánimo? ¿Ha logrado Merkel revertir la crisis de confianza en la política burguesa?

El año pasado fue un año récord en cuanto al cambio progresista del estado de ánimo, con más de cinco millones de personas involucradas en luchas y huelgas en Alemania y más de 500 millones a nivel internacional. Este desarrollo continuó a principios de año. En esta situación, los sectores dominantes utilizaron el comienzo de la pandemia de coronavirus para una manipulación masiva de la opinión pública. Temporalmente los medios de comunicación burgueses estuvieron relativamente sincronizados respecto a la crisis del coronavirus con programas especiales diarios, programas de entrevistas, rondas de expertos, etc.. Deliberadamente –y declarado en un documento del ministerio del interior– se utilizó inicialmente el método de asustar a la población. Esto con el fin de ganarla "voluntariamente" para los recortes radicales en la vida social y en sus derechos y libertades democráticos. Inicialmente, en rara unanimidad, todos los partidos del Bundestag (parlamento alemán) apoyaron esencialmente la gestión de crisis del gobierno. Todos los demás temas en los que las masas se opusieron al gobierno fueron tratados como si ya no existieran. De esta manera, los sectores dominantes lograron opacar temporalmente la crisis de confianza en la política burguesa. En efecto, según el barómetro político del canal de televisión ZDF, del 31 de marzo, el 89 por ciento de los encuestados atestiguó al gobierno haber hecho "un buen trabajo" en la crisis del coronavirus. La CDU logró con dificultad salir de los bajos resultados de las encuestas. Sin embargo, esto no significa que se hayan olvidado las críticas fundamentales y la desconfianza en la política burguesa desarrolladas a lo largo de los años, o que las masas hayan pasado incluso a un apoyo general a la política gubernamental. Y así no tardaron mucho en estallar de nuevo las primeras luchas del cambio progresista del estado de ánimo. Un primer punto culminante fueron las combativas manifestaciones del Primero de Mayo en 100 ciudades contra el gobierno y los monopolios, que fueron organizadas independientemente frente a la abierta capitulación de la dirección de la DGB. El MLPD asumió, en estas acciones, un papel pionero en la reafirmación de los derechos y libertades democrático-burgueses.

Contra el ascenso del cambio progresista del estado de ánimo, los sectores dominantes se alarmaron y trataron de orientar las luchas hacia rumbos reaccionarios. Al igual que con el "Pegida"7 en 2014/2015, emisoras como n-tv convocaron más o menos abiertamente a las denominadas "manifestaciones de higiene" derechistas. Sin embargo, poco tiempo después, más del 80 por ciento de los encuestados se opusieron a estas manifestaciones, ya que los autores de estas manifestaciones, abiertamente reaccionarios y en parte fascistas, habían sido desenmascarados. Esto también fue una expresión de la creciente conciencia antifascista de las masas. Con la así llamada política de "Querfront" (Frente transversal) los maquinadores fascistas de tales acciones intentan a propósito desdibujar aparentemente los límites entre izquierda y derecha. Esta es una razón por la que todavía pueden movilizar a varios miles de personas para acciones individuales como la del 1 de agosto de 2020 en Berlín. Pero una "Querfront" no es una cosa intermedia entre derecha e izquierda – ella misma es neofascista.

Se empezó a formar una oposición combativa contra la gestión de crisis del gobierno y los monopolios. Este desarrollo comenzó con pequeñas huelgas en varias empresas industriales, seguidas por protestas de refugiados y más tarde de jóvenes contra las políticas escolares burguesas, el racismo y la arbitrariedad policial.

¿Qué papel desempeña la clase obrera en esto?

A nivel mundial, la clase obrera y el proletariado industrial incluso encabezan estas luchas. En Italia, por ejemplo, 900.000 obreros estaban en huelga alrededor del Primero de Mayo. La conciencia de clase de los obreros en Alemania muestra una gran vigilancia ante el anuncio de la reducción de puestos de trabajo, la cancelación de convenios colectivos, etc. Especialmente en los bancos, las compañías de seguros, la industria automotriz y en la construcción de maquinaria, ya se ha anunciado la reducción de puestos de trabajo con cifras de 6 dígitos. Una encuesta de la asociación patronal Gesamtmetall entre 1.400 empresas de la industria metalúrgica y eléctrica mostró que el 40 por ciento tiene la intención de recortar puestos de trabajo. Respecto a esto, nosotros debemos adoptar una clara posición contra el rumbo de la co-gerencia sindical. En las últimas semanas, por ejemplo, se han negociado diversos convenios con malos compromisos sobre la reducción de la jornada laboral sin compensación salarial, sobre la así llamada reducción de puestos de trabajo socialmente compatible, etc. La dirección del sindicato IG-Metall impuso a los obreros un aumento cero de los salarios en la presente negociación colectiva y la dirección de la confederación DGB renunció a organizar manifestaciones y reuniones del Primero de Mayo. ¡Las primeras pequeñas huelgas autoorganizadas y actividades combativas, a menudo compenetradas con iniciativas sindicales, muestran que la clase obrera no se dejará vender en esta situación! Con el comienzo del año de aprendizaje, se perfila una destrucción de puestos de aprendizaje y una parte de los estudiantes universitarios se enfrentan financieramente a la cuestión de tener que abandonar sus estudios. Por lo tanto, los efectos reales de la crisis tardarán todavía en hacerse evidentes. Aún pasará algún tiempo hasta que los obreros saquen sus conclusiones y se den cuenta de que sólo mediante una lucha decidida podrán defender sus condiciones salariales y laborales. Entonces de estas luchas se desplegará la ofensiva obrera.

¿Cómo se desarrolla el trabajo internacional del MLPD?

Mientras que los imperialistas cerraron las fronteras y pusieron los intereses nacionales en primer lugar, nosotros hemos concedido gran importancia al intercambio y la ayuda internacional. En general, se consolida y fortalece el movimiento marxista-leninista, revolucionario y obrero internacional. Muchos partidos están a la cabeza en sus países organizando la autoorganización, la autoayuda y las luchas durante la pandemia de Covid-19 contra las restricciones, a menudo rigurosas, de los derechos y libertades democráticos así como la descarga, en parte antihumana, del peso de la crisis sobre la población. Fuerzas de la ICOR o de las agrupaciones internacionales de los obreros del automóvil, de los trabajadores mineros u organizaciones de mujeres actuaron a menudo como iniciadores de importantes luchas. También hemos apoyado iniciativas de pactos de solidaridad, por ejemplo, en favor de los mineros del Congo que no tenían ningún ingreso para sus familias debido a la crisis. La real cooperación y coordinación internacional de las luchas será el desafío más importante para que la ICOR pueda superar la prueba de una crisis social global del sistema imperialista mundial y fortalecerse a través ella. El movimiento "¡No le des ninguna chance al anticomunismo!" también tiene importancia internacional. Hace sólo unos días vivimos cómo en Munich diez revolucionarios turcos fueron condenados a largas penas de prisión debido a su concepción del mundo, el marxismo-leninismo, y su organización en el TKP/ML. El tribunal mismo señaló que la participación de los acusados en delitos concretos fue expresamente declarada nula. En este contexto acusamos también el hecho de que para este juicio, hubo una estrecha cooperación del imperialismo alemán con el régimen fascista de Erdogan en Turquía. En la discusión con nuestros amigos internacionales queda claro una y otra vez que en todos los países del mundo el anticomunismo en diversos matices, en forma del anticomunismo moderno o también de la opresión abiertamente contrarrevolucionaria, desempeña un papel importante. A veces, sin embargo, todavía hay incertidumbre sobre cómo tratar esto. El movimiento "¡No le des ninguna chance al anticomunismo!" en Alemania como un país núcleo del anticomunismo, debe ser también un estímulo y aliento para que todas estas organizaciones pasen a la ofensiva. Respecto al movimiento internacionalista en Alemania, el acontecimiento más importante de los últimos meses fue la fundación del "Freundeskreis Flüchtlingssolidarität" (Círculo de Amistad: Solidaridad con los refugiados) dentro de la autoorganización no partidarizada de "Solidaridad Internacional". En este círculo, "líderes" experimentados de los refugiados combativos unen sus fuerzas con representantes alemanes de la solidaridad internacional. Esto también es de gran importancia en vista de las agravaciones del derecho de asilo previstas por el ministro del interior Seehofer, las nuevas olas de refugiados que son de esperar, etc.

¿Como se ha desarrollado en realidad el liquidacionismo coordinado por los servicios secretos contra el MLPD que apunta a canalizar los diferentes movimientos en conformidad con el sistema?

El punto de partida es que la represión estatal contra el MLPD ha aumentado considerablemente. A esto perteneció también un liquidacionismo dirigido por los servicios secretos. En general a lo largo del año 2019 se logró claramente mantener a raya a este liquidacionismo con un amplio trabajo de esclarecimiento sobre su carácter. Pero también conseguimos éxitos luchando por nuestros derechos y libertades democráticos, entre otras cosas con denuncias judiciales contra la policía, pero también contra algunos de sus cómplices de las ONG, de los partidos burgueses, sus organizaciones juveniles o de los antialemanes. En más de 60 casos, en cerca de 40 ciudades y relativamente al mismo tiempo se intentó impedir, en parte con una brutal violencia, que el MLPD actuara públicamente. Esto correspondió exactamente con las líneas directivas que los servicios secretos y los monopolios habían emitido antes. Tuvimos que romper de manera unificada estos intentos de abolir en la práctica nuestros derechos de coalición y criminalizar el MLPD. En la mayoría de las manifestaciones ahora otra vez se sobrentiende que el MLPD puede actuar en público. Al mismo tiempo este liquidacionismo no es ninguna cosa transitoria que se pueda derrotar de una vez por todas, sino que siempre volverá una y otra vez.

Actualmente hay una serie de solicitudes de la AfD en diferentes parlamentos regionales acerca de la presunta necesidad de contener la influencia del MLPD. A esto responde el gobierno de Baden-Wurtemberg, que la Oficina regional de Protección de la Constitución (LfV)8 "percibe intentos de grupos de la extrema izquierda de tomar influencia en estructuras de alianzas sociales". Luego afirman que esta presunta toma de influencia " a menudo no (es) coronada por el éxito. Esto se debe, no por último, también al exitoso trabajo de información y prevención de la LfV, la cual habilita a los actores que actúan en las alianzas a hacer un deslinde de contenido con los grupos extremistas, siempre que sea necesario". La indebida toma de influencia por parte del MLPD es una imputación anticomunista, ya que el MLPD participa abiertamente y con igualdad de derechos en este tipo de alianzas. Todas las fuerzas que se han prestado para tal tipo de acción contra el MLPD –si lo hicieron conscientemente por encargo o por instigación anticomunista– deberían cambiar rápidamente su comportamiento si no se quieren convertir en pobres lacayos de los servicios secretos.

¡En vista de todas estas exigencias no es nada fácil orientarse de manera autónoma!

Tener en todo momento una clara evaluación y pronóstico en uno de los escenarios de crisis más complicados de las últimas décadas, es en primera línea una prueba a la dialéctica. Forma parte del repertorio del sistema del modo de pensar pequeñoburgués, difundir la vaga sensación de que en tal situación no es posible ver claro y menos aún hacer algo en contra. Cuanto más claramente ven los obreros la realidad de clase capitalista, más claramente ven también las palancas que deben ser usadas para cambiarla. Es justamente esto lo que los sectores dominantes quieren impedir cueste lo que cueste. Los marxistas-leninistas y las amplias masas tienen el mayor interés en la verdad. En realidad, el carácter de crisis de la sociedad en su conjunto nos da una gran cantidad de material ilustrativo para llegar a un profundo entendimiento de la dialéctica.

Cuando se cristalizan nuevos fenómenos, es también necesario seguir desarrollando el trabajo científico. En esta situación ha demostrado su eficacia que nosotros hemos evaluado la situación y discutido las conclusiones, con un equipo que se reúne regularmente, dirigido por la dirección del partido y conjuntamente con diferentes camaradas responsables del Comité Central, con médicos y abogados. Además hemos organizado la sabiduría colectiva del partido y del público democrático en un foro de discusión pública por internet sobre la crisis del coronavirus y sus interacciones. En esta situación hubo una gran iniciativa crítica y autocrítica, vigilancia y atención, y muchos aportes competentes para poder dar las respuestas acertadas. Todo esto fue una gran obra común de nuestro partido.

Pero, también se necesita un análisis y una orientación ideológica de las denominadas "grandes líneas". Para esto el sistema del CAMINO REVOLUCIONARIO, como órgano teórico, es para nosotros el guía más importante y comprobado. Por lo tanto, la redacción del CAMINO REVOLUCIONARIO y el Comité Central trabajan intensamente en la edición del CAMINO REVOLUCIONARIO No 36 "La crisis de la ideología burguesa".

Considerando las numerosas crisis económicas y políticas se podría decir: ¿porqué aún entablar este debate? Pero, la cuestión de la concepción del mundo decide finalmente qué camino prevalecerá: ¿la ideología proletaria y comunista de la libertad con su clara perspectiva, o la decadente, desmoralizante y corrosiva ideología burguesa que representa un sistema agonizante?

En Alemania el capital monopolista consiguió en las últimas décadas, atar a la clase obrera al capitalismo de manera bastante estable mediante las mentiras vitales de la ideología burguesa. Lo consiguió porque mucha gente estaba bastante influenciada por estas concepciones, por ejemplo, de la presunta "economía social de mercado", del "Estado de bienestar", de la "igualdad de derechos entre el hombre y la mujer", de la "política exterior pacífica", o que la dignidad humana está por encima de todo.

Ante el trasfondo de la nueva calidad del carácter de crisis imperialista, esta ideología burguesa ha entrado ella misma en el remolino de crisis, con todas sus mentiras vitales y sistemas de engaño. Lo más importante es, sin duda que también el anticomunismo moderno está en crisis. Pero, la crisis de la ideología burguesa no conduce automáticamente a que el marxismo-leninismo se adueñe de las masas. Los sectores dominantes alimentan una verdadera confusión de diferentes puntos de vista y explicaciones y sobre todo también métodos pequeñoburgueses para abordar la realidad. Y encima de todo, recurren cada vez más a formas abiertamente reaccionarias de la ideología burguesa como el racismo, fascismo, chovinismo, interpretaciones religiosas fundamentalistas, etc. En tal atmósfera incluso pueden cobrar vida las así llamadas teorías conspirativas más abstrusas. Se necesita un intenso proceso de concientización, de profundo debate ideológico-político y del consciente procesamiento de las experiencias prácticas para enfrentarse exitosamente a todas las influencias de la ideología burguesa. La ideología burguesa aparece hoy en día sobre todo en la forma del modo de pensar pequeñoburgués. Ésta aparentemente se adapta al modo de pensar proletario y defiende algunas ideas progresistas, pero sin separarse en su esencia de la ideología burguesa. Se escucha a menudo la opinión, también entre los obreros, de que se debería combinar lo mejor del socialismo y del capitalismo. Los obreros tienen que entender, que lo que parece ser progresista en el capitalismo, o son logros que se han conquistado luchando, o son expresión de las fuerzas productivas revolucionarias. Sin embargo, éstas primero deben liberarse de las leyes inherentes al capitalismo para desarrollar sus beneficios progresistas para la sociedad. Para luchar verdaderamente por el socialismo hay que liberarse y superar por completo las diferentes manifestaciones y los efectos de la ideología burguesa y del modo de pensar pequeñoburgués. Emprender la lucha por la superación revolucionaria del capitalismo, exige un combate ideológico preliminar. Por eso, le damos en esta situación a la polémica científica una importancia fundamental. No es nada fácil distinguir lo que es correcto y lo que es falso, y qué sirve a qué intereses. La polémica ayuda a aclarar los frentes.

¿Cuáles son las próximas tareas del MLPD?

Ahora se coloca en el centro, preparar todo el trabajo partidario – y también el modo de pensar y de trabajar y el modo de vida– para el desarrollo de una crisis de la sociedad en su conjunto. Esta es la esencia de una nueva fase de la campaña de crítica y autocrítica en el camino hacia un partido de las masas. En esto debemos fortalecer notoriamente al partido y a la organización juvenil REBELL. Eso significa que en cada tarea y en cualquier terreno hay que realizar el trabajo juvenil marxista-leninista como táctica de masas en la construcción del partido. Para esto hemos fortalecido considerablemente las iniciativas, también para alcanzar el cambio generacional en todos los niveles del MLPD, lo que hemos empezado exitosamente. Además, vamos a ampliar el trabajo en nuestra principal línea de lucha en las grandes empresas industriales. El movimiento "¡No le des ninguna chance al anticomunismo"! va a compenetrar cada campo del trabajo. Vamos a ampliar considerablemente nuestro sistema de educación y formación y lo vamos a orientar a los nuevos miembros del partido. Tenemos que darle una gran importancia al trabajo de construcción y concientización y al hacerlo aprender a unir cada actividad con el trabajo de organización y de formación de conciencia. Ya que también el trabajo político debe ser aprendido y sometido a prueba, fomentamos movimientos de carácter überparteilich9 y autoorganizados así como autoorganizaciones de las masas. Esto debe imponerse también contra una tendencia de enfocarnos unilateralmente a nuestro trabajo partidario en el sentido más estrecho, tendencia que en parte se ha desatado.

Esto se refiere por ejemplo también a nuestra promoción de las alianzas electorales de carácter überparteilich, de personas que actualmente candidatean para las elecciones municipales en Renania del Norte-Westfalia. Esta promoción nuevamente es calumniada por el Verfassungsschutz de Renania del Norte-Westfalia en su informe actual como supuesta infiltración del MLPD. ¡Actualmente tanto las diferentes alianzas electorales de personas como también el MLPD han acordado de presentar una denuncia judicial contra el Verfassungsschutz y contra la difusión de estas falsedades! En el último tiempo tuvieron éxito algunas de estas iniciativas contra el Verfassungsschutz y también aquí vamos a infligir una derrota al anticomunismo. También es importante desarrollar nuevas formas para organizar la solidaridad obrera, lo que tiene una particular importancia en tiempos de crisis.

El próximo Día contra la Guerra, el 1 de septiembre en Alemania será seguramente una buena posibilidad para dar a conocer la iniciativa por la construcción de un frente único antiimperialista internacional contra el fascismo y la guerra y para ganar a nuevas fuerzas para esto. Nos alegramos por la campaña para las elecciones de Turingia y las elecciones federales en el 2021. Esto va a ser un terreno importante de concientización bajo las actuales condiciones sociales. La recolecta de firmas para esto ya ha comenzado.

Finalmente en los tiempos venideros de grandes cambios, un inquebrantable optimismo revolucionario adquiere una importancia fundamental. No cabe duda de que en los próximos años se plantearán grandes exigencias, problemas y dificultades para resolver, fuertes ataques, grandes éxitos, pero también derrotas. Cada revolucionario, mujer y hombre, se enfrentará quizás a exigencias que nunca antes había conocido. Quién esté apegado a construir una vida tranquila en el capitalismo, cae en lloriqueos y lamentaciones, como lo vemos actualmente con los políticos del Partido de Izquierda, de Los Verdes o con algunos presidentes de consejos de empresa. Los revolucionarios deben sin dudas trabajar duramente y superarse a sí mismos. Ellos pueden mirar al futuro sobre la base del optimismo revolucionario!



¡Muchas gracias!